Wednesday, January 18, 2012

PROVERBIOS 18

En proverbios 18 repare en estos cuatro temas.

1) La necedad. Los proverbios describen una y otra vez al necio como aquel que gusta escuchar de si mismo, sin poner oídos ni atención a los demás. El necio es aquel que se le reconoce por su alto tono de voz y por su vehemencia al defender su punto de vista. El necio no busca el conocimiento, puesto que en la mayoría de los casos se cree en posesión de sabiduría y autoridad. El necio carece de humildad, discreción o modestia.
"Al necio no le complace el discernimiento, tan solo hace alarde de su propia opinión"
(Proverbios 18:2)

2) La humildad. La verdadera humildad solo puede brotar en aquellos que aceptan la disciplina y la corrección del Senor. Aquellos que son constantes en buscar sabiduría y discernimiento comienzan a experimentar un dominio sobre sus emociones aprendiendo a equilibrar sus reacciones y templar su caracter. Solo desde esa templanza se puede trascender al ego, o la impulsividad de la carne. Es en ese estado de conciencia donde puede emerger naturalmente un autentico sentido de la humildad y por lo tanto de ahi brota la verdadera sabiduría. Es por ello que siempre se describe al sabio como cauto, modesto, sincero y atento. El sabio, escucha antes de hablar, comprende antes de juzgar, piensa antes de actuar. En el mundo espiritual la humildad es el mayor de los logros, aquel que habita en el estado de conciencia del humildad es aquel que recibe los mayores honores y respeto.
"Al fracaso lo precede la soberbia humana, a los honores lo preceden la humildad"
(Proverbios 18:12)

3) El poder de las palabras. En numerosos proverbios se habla de este mismo tema. El Rey Salomon no quiere dejar pasar por alto en ni un solo de los capítulos la importancia de que recapacitemos sobre las palabras que salen de nuestra boca. De nuestra boca puede salir vida o muerte. Con nuestras palabras podemos edificar o destruir, podemos alentar a otros o aplastarlos, podemos bendecir o maldecir. En tiempos bíblicos la bendición del padre tienen una repercusión decisiva en el futuro de los hijos. Cuando el padre da su bendición efectivamente esta moldeando el futuro de sus hijos. EL principio es igualmente aplicable hoy día. Con nuestras palabras estamos formando el futuro de nuestros hijos. Es por ello que debemos asegurarnos de hablar solo palabras de animo, palabras amorosas, reconfortantes, alentadoras y edificantes.
"En la lengua hay poder de vida y muerte, quienes la aman comerán de su fruto"
(Proverbios 18:21)

4) La bendición de tener una esposa. Tener una esposa y sentirse bendecido por tenerla son dos cosas diferentes. Cuando nos casamos todos sentimos esa bendición, pero no pasa mucho tiempo hasta que todos los hombres nos damos cuenta que la vida en pareja es una ardua tarea de ajustes y concesiones. Sin embargo, aquellos que aman al Senor y se inclinan ante el para pedir sabiduría sobre como ser un buen esposo, poco a poco empiezan a descubrir el tesoro que tiene en su esposa. Dios puso a esa mujer en tu camino y es nuestra responsabilidad recordar que ella es la mayor bendición que tenemos.
"Quien halla esposa halla la felicidad, muestras de su favor le ha dado el Senor"
(Proverbios 18:22)

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