Thursday, December 26, 2013

Tranquilo, Dios va al volante



¿Estás cansado? ¿Te sientes agobiado? ¿Estás hastiado de la religión? Ven conmigo, escápate conmigo y recuperarás tu vida. Yo te enseñaré como descansar realmente. Camina y trabaja conmigo – mira cómo lo hago. Aprende los ritmos no forzados de la gracia. No pondré nada pesado o doloroso sobre ti. Guarda compañía con migo y yo te enseñaré a vivir libremente y ligeramente.

(Mateo 11:28-30 traducción de The Message)

Aprender los ritmos nos forzados de la gracia significa confiar plenamente en Dios. Saber que Él está al volante y que por lo tanto no hay necesidad de agotarse, frustrarse o hacer las cosas bajo nuestros esfuerzos, calendarios o condiciones. Cuando monto a mi hija Isell en el coche, la asiento atrás, le abrocho los cinturones, me aseguro que está cómoda y comienzo a conducir. Yo sé a dónde vamos, por lo general ella descansa y la mayoría de las veces se duerme en el trayecto. Tiene plena confianza de que yo la voy a llevar al destino que tenemos.

De igual manera cuando vivimos bajo la voluntad del Padre simplemente aprendemos a confiar en que Él sabe la dirección, la ruta y las paradas que vamos a hacer. Eso es a lo que se refiere Jesús en el versículo del comienzo. Cuando caminamos con él y trabajamos con él, todo nos parece hecho desde el descanso. Hay una unción de gracia, de reposo. En su compañía no hay peso que nos incomode, o nos haga daño. Su promesa es que caminando con él lo haremos libremente y ligeramente. De repente el hacer se convierte en un acto inconsciente o casi involuntario, hacemos el bien porque brota de nosotros espontáneamente cuando decidimos llenar el depósito de nuestro corazón. En ese estado de gracia todo está orquestado, organizado, predestinado, alineado.

Hoy tenía ganas de hablar con mi hermano Miguel, así que le llamé, pero después de empezar a hacer la llamada me di cuenta de que tenía que ir a un lugar a pagar una factura y tenía que meter las direcciones en el GPS del teléfono. Intenté meterme, pero una señora desde atrás me estaba metiendo prisa para salirme, porque ella quería apacar donde yo estaba. Me dije: “bueno, no importan las direccioines, ahora es más importante hablar con mi hermano y compartir de la bondad de Dios con él”. Comencé a conducir sin saber a dónde me dirgía, pero no me importó. Me ocupé de los más importante para mi en ese momento. Después de un rato me salí de la autovía, porque tampoco quería hablar con el manos libres. Me salí buscando un lugar tranquilo donde proseguir la conversación, en varias ocasiones tuve el impulso de echarme a un lado, pero algo de mí me retrasaba mis planes. Hasta que finalmente decidí orillarme en un lugar. Cuando vengo parando veo la señal de la oficina de pago a la que quería ir. WOW!! ¿Cuáles eran las posibilidades de llegar a ese lugar siendo Houston la tercera ciudad más grande de Estados Unidos? Había llegado exactamente al lugar que quería sin tan siquiera ser consciente de ello. Hice aquello que era más importante “compartir el amor de Jesús en mi vida” y a cambio Jesús parece decirme: “tú tranquilo Javi, yo me ocupo de las direcciones, de la ruta y de las paradas. Tú solamente ocúpate de una cosa, la más importante: comparte mi mensaje de amor”

Amigos, cuando haces aquello para lo que Dios te ha creado, Él se ocupa de todo. Uno sólo se ocupa de disfrutar del viaje, llenarse de su amor y compartirlo siempre que se tenga la oportunidad. El promete que si le guardamos compañía nos guiará y nos enseñará a vivir libremente y ligeramente.

Wednesday, December 25, 2013

La pureza de tu corazón determina la calidad de tus relaciones


 
Todas las cosas son puras para los puros

(Tito 1: 15,NVI)
Del corazón puro e inocente de un niño salen verdades tan profundas y tan hermosas como ese poema que escribió mi sobrino Daniel de solo 7 años. Jesús dijo que solamente aquellos con corazón de niño podrían entrar el reino de los cielos. De alguna manera, estaba diciendo que debemos descomplicar las cosas y ver lo más profundo desde lo más simple. Dios, es amor, yo provengo de Dios, por lo tanto soy amor, el amor rezuma energía positiva y revitaliza. Nuestros amigos y familiares reciben esa energía, a cambio nos la devuelven. Amar y sentirse amado es parte de una misma cosa: saber que Dios es amor y que nos ama. Tal y como el observador percibe la realidad así se torna. Esta simple verdad crea un mundo nuevo y diferente.

Cómo son tus relaciones a tu alrededor determinan la condición de tu corazón. Si eres critic y juicioso con la gente, así responden las personas a tu alrededor. Si eres amable y sincero, logras sacar amabilidad y sinceridad de aquellos en tu entorno. Si eres amoroso y compasivo, eres capaz de recibir ese amor y compasión de amigos, familiares e incluso desconocidos o enemigos. Es así de simple y a la vez así de complejo para nosotros los adultos.
         
Las enseñanzas que Jesús dejó en esta tierra son radicales y para muchos casi imposibles de poner en práctica. Sin embargo, la realidad a la que apuntan es muy simple.  La palabra radical significa “raíz”. Es decir, todas sus enseñanzas parten de una misma raíz. El cómputo de sus enseñanzas se puede resumir en esta máxima;

En todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes

(Mateo 7:12,NVI).


Así que no se trata de qué vemos en el espejo, sino desde dónde lo vemos ¿Estamos mirando desde las apariencias o desde los ojos de compasión? ¿Estamos juzgando basándonos en nuestras experiencias pasadas o desde un corazón integrador? ¿Estamos maldiciendo y juzgando a los que nos rodean o los estamos bendiciendo y alabando con nuestras palabras de vida? ¿Estamos actuando llevados por la ira y el enojo o por la compasión y la templanza?

Monday, December 23, 2013

La historia de un superheroe


 
La historia de un superheroe

El otro día volví a ver la película “EL hombre de acero” que es una nueva versión del “superman” original que todos conocemos. Desde niño superman fue mi superhéroe favorito, Sin embargo, hoy día tengo otro héroe que ocupa mi corazón: Jesús. No pude evitar esta vez observar muchos paralelismos entre la vida de Superman y la de nuestro Señor Jesús.

La historia de superman, es la historia del héroe más importante de nuestra humanidad: el Señor Jesús. Cómo superman, Jesús fue enviado por su padre como la única esperanza de vida. La S en el pecho de superman, nos explica el personaje que significa “esperanza” en su planeta. De la misma forma Jesús vino a traernos una esperanza, una expectativa positiva del futuro. El vino a traer vida, pero vida en abundancia, no vida de supervivencia.

Al igual que Clark Kent, sus padres protegieron a Jesús, para que el mundo no conociera de él hasta que fuera su momento idóneo. Ellos sabían que cuando su hijo mostrara su verdadero poder la vida tal y como la habían conocido cambiaría completamente. Clark Kent se encuentra con su padre y le dice quién es él realmente, de donde viene y cuál es su misión. Kal, ahora consciente de su verdadera identidad, toma la fuerza del padre y convencido de su lucha contra el mal sale al mundo dispuesto a defender al inocente y al indefenso para protegerlos de las injusticias provenientes de la maldad imperante en la tierra. De la misma manera Jesús es bautizado y afirmado por su padre en el cielo, el cual le da su beneplácito delante de una multitud asombrada al escuchar la voz de Dios desde lo alto. Jesús, determinado a emprender su ministerio y combatir las fuerzas del mal se adentra en el desierto para enfrentarse con el diablo cara a cara. Así como superman, debe enfrentar a su archienemigo, aquel que mató a su padre y que celosamente defendía la supervivencia de su especie.

Superman, elige al ser humano antes que a su propia raza, al igual que Jesús nos eligió a nosotros antes que a los ángeles. Superman vuela a la velocidad de la luz, utiliza su fuerza sobrenatural, derrite con su mirada de rayos infrarrojos. Jesús caminó sobre el agua, sanó a los enfermos, perdonó los pecados, curó a los ciegos y resucitó a los muertos. Pero los más importante Jesús fue a la cruz por ti y por mí y recibió en su cuerpo el agotamiento de la ira de Dios sobre sí mismo, para que tú y yo seamos justificados, limpios y puro ante Dios.

Si, durante muchos años Superman fue mi héroe favorito, porque defendía una causa justa, porque representaba valores de humildad, bondad y nobleza. Pero si me preguntas hoy día ¿Quién es tu superhéroe favorito? Mi respuesta es clara y contundente: mi héroe se llama Jesús. ¿Cuál es el tuyo?

Monday, December 9, 2013

Fusion cerebral (un solo cuerpo, una sola mente)


El otro día viendo la película Pacific Rim recapacitaba sobre la hermosa imagen que supone el argumento de la misma. La humanidad se encuentra amenazada por los Kaiju, unos monstruos marinos que proceden de las profundidades de la tierra y que tienen a la humanidad en jaque. Unidos en un esfuerzo titánico, los humanos trabajan en el desarrollo de un arma que pueda presentar batalla a éstos emisarios del mal. Los Jeagers son robots gigantescos que inicialmente fallan por no poder ser pilotados por una sola persona. La cantidad de información que maneja el pequeño cerebro humano no es lo suficientemente potente como para enviar señales a una máquina tan poderosa. De manera que deciden poner un segundo piloto. Cada uno de ellos se encargará de las señales de uno de los hemisferios. El único problema que se les presenta es cómo sincronizar los movimientos de dos seres separados, cuando luchan bajo un sólo ente. La solución es poco menos que una revelación divina. Los pilotos proceden a hacer una fusión cerebral, mediante la cual uno de los pilotos entra en la mente del otro: de esta manera los dos luchan como uno sólo y se convierten en invencibles.

De la misma manera, nuestra mente sufre el ataque de las fuerzas oscuras: el desánimo, la depresión, la falta de autoestima, el miedo o la preocupación están esperando su momento para acecharnos en nuestros momentos de debilidad y destrozar lo más preciado que tenemos: nuestra paz. Pero Jesús ya nos avisó de esto cuando pronunció estas palabras ºYo les traigo paz, pero no paz como la da el mundo. En este mundo tendrán tribulaciones, pero tengan ánimo, yo he vencido al mundo. Es decir, Jesús ya ganó la batalla contra esos adversarios. Nosotros, sin embargo, todavía somos víctimas de sus ataques en nuestra experiencia humana. Pero cuando sentimos el zarpazo del enemigo, cuando las sirenas de alarma suenan es cuando debemos prepararnos para el combate.

Al igual que en le película, nosotros solos no podemos hacer funcionar nuestra maquinaria a todo su potencial. Necesitamos hacer una fusión cerebral en la mente Cristo. El es que dirige el ataque, nosotros tan sólo seguimos los movimientos que el inicia. Si el recobra al ánimo, nosotros hacemos igual, si el llama a mantener la calma, nosotros le seguimos, si el reprende con fuerza y autoridad, nosotros lo imitamos. Saber que estamos en su mente, y sus pensamientos son sus pensamientos es el arma más poderosa que podemos tener. Unidos así, el enemigo no tiene nada que hacer contra nosotros. Somos uno con él, somos uno con el vencedor, con aquel que tiene las armas, la estrategia, el poder y la autoridad para derrotar todas las fuerzas del mal existentes y por existir. No hay nada que temer.

Nosotros por nuestra parte, tenemos la mente de Cristo
(1 Cortintios 2:16, NVI)

Wednesday, December 4, 2013

OPERACIÓN SATURACIÓN


 

El otro día veía un documental sobre la violencia en la ciudad de Tegucigalpa, Honduras. La situación es tan crítica que incluso algunos policías roban, secuestran y extorsionan. El gobierno hondureño decidió renovar el cuerpo de policía y poner en marcha una operación que combatiría el crimen: operación saturación. En palabras del propio capitán a cargo de la operación: “intentamos saturar de presencia policial las calles, para aumentar la seguridad ciudadana”.

Pensando sobre este concepto me di cuenta que la misma batalla que sucede en las calles de Tegucigalpa, igualmente ocurre en nuestra mente y en nuestro corazón. Pensamientos de corrupción, egoísmo, hipocresía, crítica, juicio, materialismo bullen incontrolablemente y diariamente de nuestra mente sin una patrulla, ni cuerpo policial que los detenga. Por eso, nosotros al igual que el gobierno de Honduras debemos resolver por poner en marcha la operación saturación de gracia, para que nuestra mente y nuestros corazones rebosen pensamientos y sentimientos de amor, paz, gozo, descanso, armonía y seguridad.

Si no hacemos el sacrificio de saturar nuestro corazón de gracia, nuestra naturaleza humana tenderá a querer resolver el conflicto por nuestros propios medios, generando estrés, orgullo o distanciamiento personal. Tal vez intentaremos solucionar un problema que está fuera de nuestro alcance analizando, sopesando, y preocupándonos, causando en nuestra conciencia una pesadez, una carga y un malestar que nos impiden vivir y disfrutar plenamente del presente.

Para saturar nuestro corazón y nuestra mente de gracia hemos de llevar nuestros pensamientos cautivos de Cristo, como decía el apóstol Pablo. Debemos elegir como eligió María, la cual se sentó a los pies de Jesús y bebió de sus enseñanzas, mientras Marta apurada se ocupaba de todo y terminó recriminándole a ésta no ayudar con las muchas labores. Jesús, en su infinita sabiduría, corrigió amorosamente a Marta con estas palabras: “—Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas. Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”.

Decidamos hoy, como María sentarnos a los pies de Jesús y escuchar de su gracia, recibir de su amor, disfrutar de su paz y dejemos que el mañana se ocupe de sus propios avatares. Saturemos nuestro corazón y nuestra mente de gracia para combatir la corrupción involuntaria de nuestros pensamientos.