Friday, August 7, 2015

El hombre que susurraba a los caballos


Mike Breen en su libro “Building a Disciplieship Culture” explora una idea hermosa y lo hace a través de una historia aun mas conmovedora. Monty Roberts pasó su juventud en las praderas de Estados Unidos aprendiendo cómo domar caballos salvajes. Su padre usaba un método muy duro y cruel para los animales. Básicamente los apaleaba hasta que los animales, cansados y exhaustos se rendían y se sometían a la voluntad de su domador. Monty sabía en su interior que esa forma no era la más humana, así que decidió irse a las montañas a observar a los caballos en su estado natural. Allí aprendió una lección increible. Cuando un potrillo nacía debía unirse a la manda, pero antes de hacerlo, su propia madre lo miraba de manera desafiante; después se inclinaba mostrando su lado más vulnerable. Ante ese gesto, el potrillo se acercaba más. El animal aceptaba el reto y luego la invitación, hasta que finalmente es aceptado en la manada completamente. Esta técnica fue la que le llevó a ser conocido como “el hombre que susurraba a los caballos”. Ahora, en cuestión de minutos, Monty es capaz de domar el más salvaje de los caballos con esa técnica, la cual Robert Redford lanzó a las pantallas de cine.


Jesús entendió bien esta técnica y continuamente retó a sus disciplulos una y otra vez, exponiendo sus debilidades y sus faltas. Sin emabrgo, nunca los juzgó por ello, sino que más bien los invitó a formar parte de un círculo intimo con él. Eligió a los doce más imperfectos que había, para demostrarnos que no hay que ser de pura raza, sino que la combinación de aceptación de los retos que él nos presenta y su invitación a una relación más íntima es todo lo que debemos aceptar. Ni siquera hace falta cumplir los retos, ni lograrlos, él sólo hecho de estar dispuestos a tomarlos es suficiente. Cuando Jesús le pide a Pedro salir de la barca, no le pide que camine igual que él, solamente le recrimina el haber dudado de él. "¿Por qué dudaste en tu corazon Pedro? No importa si lo haces bien o mal, solamente confía en mí y haz lo que te pido de corazón". Es la invitación que nos hace también a nosotros hoy.

Tuesday, August 4, 2015

sobre todas las cosas cuida tu mente


Y sobre todas las cosas,
cuida tu mente,
porque ella es la fuente de la vida.
(Proverbios 4:23 NTA)

Es curioso como de todas las cosas que debemos cuidar, nuestra mente es la mas importante, ya que va a determinar el curso de nuestra vida. En otras traducciones de la Biblia se refieren al corazón, porque no se trata sólo del intelecto ni de las emociones, sino que es la combinación de ambos: la capacidad de reflexionar, sentir, intuir, percibir y reconocer. Nuestra mente, es como una fuente de agua cristalina, del cual brotan nuestras actitudes. La Biblia dice que de la fuente de nuestro corazón brotan manantiales de vida. Cada día, sin embargo estamos expuestos a decepciones, engaños y eventos dolorosos. Si dejamos que cada uno de ellos ensucie el agua de nuestra mente, esa agua será la que emanará a la superficie, contaminándonos no sólo a nosotros mismos sino también a los que están a nuestro alrededor.

¿Qué se puede hacer para guardar mi mente?
1)     Encuentra un espacio de silencio al día para estar en paz. Lee la biblia, un libro que te inspire, un lugar donde encontrar un remanso de paz y sabiduría.
2)    Busca diez minutos en tu día para meditar. Mientras conduces, en casa, dando un paseo. Simplemente respira, prestando atencion a tu cuerpo, escuchando los sonidos a tu alrededor y en tu interior.

3)    Da la gracias por las cosas valiosas en tu vida. Cierra los ojos y enum;eralas. Da las gracias por cada una de ellas. (tu esposa/o, tus hijos, tu casa, tu trabajo, tus días de descanso…)

Monday, August 3, 2015

No nos cansemos de hacer el bien


No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.     
(Gálatas 6:9 NVI)

La madre Teres tenía toda la razón cuando decía que a veces sentimos que lo que hacemos es como una gota en el mar, es decir, algo insignificante y que no tiene ningún impacto en la vida de los demás. Sin embargo, también dice que el mar seria menos porque le faltaría esa gota. Muchas veces sentimos que lo que hacemos pasa desapercibido, que de alguna manera cae en saco roto. A pesar de hacer aquello que sabemos en el fondo de nuestro corazón que es bueno, dejamos de hacerlo porque una voz crítica nos dice que no merece la pena el esfuerzo. Así que muchos desistimos de hacer aquello que nos hace felices a nosotros y que ayuda a otros.

Muchas madres sienten que hacer todos los días el mismo trabajo en casa es como hacer castillos de arena; viene el agua y se deshacen. Limpiar, ordenar, aducar hijos se puede volver monoto, rutinario, tedioso y una espiral sin sentido. Pero Dios nos dice que no nos cansemos de hacer lo bueno, porque cuando elegimos lo bueno estamos depositando una semilla en nuestro corazón y en el de otros. Tengo amigos que tienen el llamado de escribir sobre cosas que a ellos les importan. Mi amigo Luna escribe sobre fútbol y cuando lo hace, habla desde el fondo de su corazón. Muchas veces eso le ayuda a reconectar con su padre que partió al cielo hace menos de un año. Mi amigo Aurelio escribe sobre las cosas que le preocupan; la sociedad, la literatura, la cultura. Lo hace de manera elocuente y sagaz. Tal vez no temrine siendo un periodista, pero aquellos que le leemos disfrutamos de su don y su llamado. Otras personas tienen el llamado de cuidar de otros, servir con su tiempo y su dedicación.


En el día de hoy quiero asegurarte que lo haces importa; sea educar a niños, escribir pequeños artículos, animar a otros en sus momentos  bajos, escribir canciones, servir a los necesitados, orar en la intimidad por otros, o meditar en silencio por la mañana temprano; ninguna de esas pequeñas acciones pasan desapercibidas, todas tiene un impacto, una consecuencia positiva, no solo en tí mismo sino en las personas que te rodean. No abandones, sigue hacienda lo bueno, con agrado y entrega.

Sunday, August 2, 2015

¿Que quieres hacer con el tiempo que te queda?


Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría. (Salmos 90:12 NTV)

Si mañana te dijeran que solo te quedan unos pocos meses para vivir, ¿Cómo elegirías pasar tus últimos momentos de vida? Probablemente, pasarías más tiempo con tus seres queridos, les dirías que los amas. Atarías los cabos que nunca pudista atar? Pedir perdón a quién hiciste daño, publicar el libro que siempre soñaste escribir, hacer el viaje que siempre deseaste. La lista sería interminable y el tiempo muy poco para completarlo todo. Las buenas noticias son que no es cierto que nada malo te vaya a pasar. Con el favor de Dios, aún tienes muchos años por delante, bebés que verás nacer, propios o ajenos, generaciones que verás crecer, inventos que ayudarán a la humanidad, etc…pero lo más importante es que aún tienes tiempo para hacer todo aquello que siempre soñaste hacer. Nunca es tarde para reavivar esa llama, nunca es un mal momento para volver a empezar.


El problema es que muchas veces somos nosotros mismos los primeros que nos descalificamos y encontramos la excusa que necesitamos para no hacer lo que está en nuestro corazón. Mi hermano Miguel empezó un proyecto maravilloso que se llama Imagina que sí. Esta fue la historia de un loco soñador que soñó y soñó, pero como nadie encontró en su camino que le dijera que !#$%/&*()_+do, diez, quince que la historia de z;le, no se puede cambiar ni alterar, no importa si han pasado, diez, quince que no era posible, el continuó soñando e imaginó que sí. Por eso en el día de hoy imagina que sí, que todo es posible, que Dios tiene un plan de prosperidad y favor en tu vida, que tus talentos todavía están esperando a ser explotados, Dios no se equivocó, aunque tú tengas momentos de duda. Tu llamado, dice la Biblia que es irrevocable, no se puede cambiar ni alterar, no importa si han pasado, diez, quince que treinta años: tu futuro es tan brillante como el día que Dios puso la semilla del sueño en tu corazón.