Mike
Breen en su libro “Building a Disciplieship Culture” explora una idea hermosa y
lo hace a través de una historia aun mas conmovedora. Monty Roberts pasó su
juventud en las praderas de Estados Unidos aprendiendo cómo domar caballos
salvajes. Su padre usaba un método muy duro y cruel para los animales.
Básicamente los apaleaba hasta que los animales, cansados y exhaustos se
rendían y se sometían a la voluntad de su domador. Monty sabía en su interior
que esa forma no era la más humana, así que decidió irse a las montañas a
observar a los caballos en su estado natural. Allí aprendió una lección
increible. Cuando un potrillo nacía debía unirse a la manda, pero antes de
hacerlo, su propia madre lo miraba de manera desafiante; después se inclinaba
mostrando su lado más vulnerable. Ante ese gesto, el potrillo se acercaba más.
El animal aceptaba el reto y luego la invitación, hasta que finalmente es
aceptado en la manada completamente. Esta técnica fue la que le llevó a ser conocido como “el
hombre que susurraba a los caballos”. Ahora, en cuestión de minutos, Monty es
capaz de domar el más salvaje de los caballos con esa técnica, la cual Robert
Redford lanzó a las pantallas de cine.
Jesús
entendió bien esta técnica y continuamente retó a sus disciplulos una y otra
vez, exponiendo sus debilidades y sus faltas. Sin emabrgo, nunca los juzgó por
ello, sino que más bien los invitó a formar parte de un círculo intimo con él.
Eligió a los doce más imperfectos que había, para demostrarnos que no hay que
ser de pura raza, sino que la combinación de aceptación de los retos que él nos
presenta y su invitación a una relación más íntima es todo lo que debemos
aceptar. Ni siquera hace falta cumplir los retos, ni lograrlos, él sólo hecho
de estar dispuestos a tomarlos es suficiente. Cuando Jesús le pide a Pedro
salir de la barca, no le pide que camine igual que él, solamente le recrimina
el haber dudado de él. "¿Por qué dudaste en tu corazon Pedro? No importa si lo
haces bien o mal, solamente confía en mí y haz lo que te pido de corazón". Es la
invitación que nos hace también a nosotros hoy.