Tuesday, April 18, 2017

No te canses de pedir

»Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. 10 Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra; y al que llama, se le abre.

(Lucas 11:9 NVI)

Muchas veces dejamos de pedirle a Dios porque pensamos que no tiene ningún sentido. Nos rendimos y dejamos de creer que alguna vez la situación va a cambiar. Jesús nos está diciendo aquí que no cejemos en el intento y que perseveremos en pedirle a Dios aquello que deseamos, o que necesitamos y que en su debido tiempo Dios nos lo concederá.

Nuestra parte es la de pedir con fe y esperar con alegría, con la expectativa positiva de que lo que pedimos se va a cumplir. Lo que sucede desde el momento que le pedimos a Dios hasta que se manifiesta se escapa a nuestro entendimiento.

Cuando el profeta Daniel le pide a Dios revelación para conocer el futuro de Israel, Dios envía a un ángel con la respuesta instantaneamente. Sin embargo, el arcangel se tiene que enfrentar con las fuerzas del mal por 21 días. Durante ese tiempo, Daniel no desiste en su empeño de pedir a Dios. Cada día oraba, ayunaba y daba las gracias por la respuesta. Tras los 21 días de ardua batalla, el arcangel se presenta a Daniel y le explica el por qué de su retraso. 

Otras veces Dios mismo es el que decide que aún no estás preparado para recibir lo que estás pidiendo y pone tu petición en espera hasta que tu caracter se haya moldeado. 

Así que las razones de por qué algunas peticiones se cumplen y otras no, solamente le pertenecen a Dios, pero en nuestra mano está la de pedir con insistencia, humildad y saber esperar con serenidad y optimismo.