Sunday, February 23, 2014

En honor a Ruth Lorenzo


Gálatas 6:9

Y no nos cansemos[a] de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, recogeremos el fruto.

Hace ya catorce años que conocí a Ruth en mi pueblo. Ella ya era una chica con un sueño claro: triunfar en el mundo de la canción. Su don era tan obvio, que allá donde iba la gente quedaba asombrada con su voz y con su talento. Todo el mundo decía que un día sería una estrella de la canción. Sin embargo, en lo natural no pasaba nada. Pasaban los años y Ruth probaba su suerte en diferentes bandas y proyectos, que igualmente ilusionaban por su pasión y su gran voz. Pero por una razón o por la otra su carrera parecía no despegar.

Pasó su segunda década de la misma manera, sin nunca perder la esperanza. Con grandes expectativas se presentó a operación Triunfo en España. Todos los que la conocíamos sabíamos que la elegirían. No había duda en nuestra mente. Pero, de nuevo el destino demoró su sueño una vez más. EL jurado de OT, ni siquiera la consideró para la fase de clasificación. Cualquier persona hubiera desistido, pero no Ruth.

Tras este tropiezo se fue a Inglaterra y otra vez se levantó a base de fe y esperanza. Allí también quedaron prendados por su inmenso talento. Tanto así que una amiga la apuntó a factor X, sin ella tan siquiera saberlo. Todas las puertas que se le cerraron en España se abrieron de par en par en Inglaterra. El jurado se enamoró de su carácter pasional, de su voz arrolladora y su personalidad cariñosa. No solamente fue elegida para las fases finales sino que quedó entre las tres primeras del país.

Parecía que toda la mala suerte por fin se había roto. Una discográfica afamada quiso promocionar a Ruth como la nueva estrella del pop. Sin embargo, Ruth sintió que ese proyecto no reflejaba quien era ella en realidad. En contra de todo pronóstico Ruth decidió ser sincera consigo misma y decidió no embarcarse en ese proyecto a pesar de lo tentador que parecía.

Su decisión le llevó a trabajar por su cuenta en la música en la que ella creía. Su carrera había subido de nivel, pero aún no encontraba el apoyo o la plataforma de una discográfica que finalmente la lanzase a la fama. Entrando ya a sus treinta años todavía no había concretado nada, pero sus esperanzas nunca desfallecieron. Ruth seguía dándolo todo en cada actuación, siendo 100% honesta a su identidad.

Cuando llegó Eurovisión Ruth decidió probar su suerte. Mucha gente la veía como un completa desconocida que ya había dejado pasar el tren de la fama. Pero Ruth desoyó toda crítica. A pesar de ser una digna competidora humildemente honró y alabó las cualidades de sus rivales directos. Ruth salió al escenario sin mirar ni z izquierda ni a derecha. No se fijó en su oposición, ni en el jurado, cantó por y para Dios, el cual siempre la había acompañado. Cantó para aquel que le dio su don y su talento. Y aunque el jurado no votó por ella, el  público sintió su emoción, apreció su talento y reconoció su don, como un don que viene del cielo.

Quiero dar mi más sincera enhorabuena a Ruth Lorenzo por su perseverancia, por su fortaleza, por su entusiasmo y su dedicación a su sueño. Eres una gran inspiración para todos los que te conocemos, e incluso a los que te conocen ahora. Porque toda tu vida y tu carrera demuestran que aunque las cosas no le salgan a uno como piensa, siempre tiene la opción de cantar bajo la lluvia y las adversidades.

Mis mejores deseos de parte mía y de toda la familia Marín Millán, siempre estaremos caminando contigo.